La tasa de muertes por Covid es hasta 48 veces menor con la tercera dosis que sin vacuna
Los fallecimientos disminuyen con claridad tras la dosis de refuerzo en los países que aportan el dato. También se reduce cinco veces la letalidad respecto a la pauta completa
Los datos que empiezan a llegar están confirmando que la dosis de refuerzo disminuye con claridad el riesgo de enfermedad grave y fallecimiento por Covid. Dos países, Suiza y Chile, están ya distinguiendo en sus estadísticas entre tres grupos: personas no vacunadas, vacunadas con pauta completa y vacunadas con refuerzo. Chile ha usado mayoritariamente la vacuna china, mientras que Suiza, al igual que España, ha empleado sobre todo vacunas de ARN (Pfizer y Moderna). Sus cifras, por tanto, nos aportan valiosísimas pistas.
Según el análisis de los datos suizos que ha realizado Our World In Data, la mortalidad varía enormemente entre grupos de población con distintas clases de pauta. En personas sin vacunar, la tasa semanal de mortalidad asciende a 13,06 por cada 100.000 habitantes, cifra que se reduce hasta 1,44 -unas nueve veces menos- entre personas con pauta completa y sin dosis de refuerzo. Por último, en población con dosis de refuerzo la tasa disminuye hasta 0,27. Es decir, 48 veces menos que en personas sin vacunar y cinco veces menos que en las vacunadas sin refuerzo.
Las cifras de Chile, que también ha diseccionado Our World In Data, arrojan resultados similares, con una tasa de mortalidad semanal de 3,26 entre la población sin vacunar; 0,63 en vacunados sin reforzar; y 0,13 en vacunados con refuerzo. Varios países ofrecen estadísticas que distinguen entre vacunados y no vacunados, y la diferencia en mortalidad es notable en todos ellos, pero los datos de Suiza y Chile permiten distinguir también al grupo de población ya reforzado, el cual ha mostrado una protección claramente superior en ambos casos.
«Son brutales esos datos», comenta a este diario Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, quien indica que la diferencia es grande tanto entre vacunados y no vacunados como entre los vacunados con refuerzo y los que aún no lo tienen. «Está claro que con la tercera dosis hay un incremento de la protección», señala.
«En determinadas poblaciones, nos ayuda a mejorar la situación inmunitaria y a plantear una defensa frente a la Covid muy importante», considera March. ¿Es recomendable, entonces, la dosis de refuerzo para todas las personas vacunadas? «En estos momentos, yo creo que, para los mayores de 40 años, sin duda alguna». En España ya se está poniendo a partir de los 18 años, una medida que ha criticado la Sociedad Española de Inmunología. En las edades más jóvenes, «hay que valorarlo con calma», sopesa March, aunque añade: «Pueden ser medidas que ayuden a mejorar la situación de estas personas».
ESPAÑA, POR DETRÁS EN TERCERAS DOSIS
España acaba de superar los 18 millones de personas con dosis de refuerzo. Un porcentaje ya superior al 38% de la población total, aunque, en realidad, aún está por detrás de los logrados en Reino Unido (53,5%), Alemania (47,2%), Italia (45,5%) o Francia (43%). Fuimos los primeros en las dos primeras dosis, pero la tercera no se ha entendido igual, o no ha suscitado el mismo entusiasmo. «Hay gente que piensa: ‘Ya me he puesto las dos dosis, ya lo tengo todo hecho’. Pues no», advierte March.
«Con las dos dosis, pasado un tiempo, se minimizan las posibilidades de protección ante el virus, para entrar en un hospital, en una UCI, incluso morir. Por tanto, es fundamental tener en cuenta la tercera dosis, hay que volver a poner el tema encima de la mesa», plantea. «Es verdad -concede March- que la contagiosidad disminuye de una forma más suave» con la dosis de refuerzo, ya que siguen siendo posibles los contagios «con dos dosis o con tres». Sin embargo, recalca, sí «disminuye de una forma muy importante» el riesgo de enfermedad grave tras la dosis de refuerzo, como acaban de mostrar los datos de Suiza y Chile.
Dos recientes estudios realizados en Israel también han llegado a la misma conclusión. Uno de ellos analizó a 840.000 personas desde los 50 años y encontró una reducción de la tasa diaria de mortalidad desde 2,98 en el grupo sin reforzar hasta 0,16 entre quienes tenían dosis de refuerzo. La segunda investigación siguió a 4,7 millones de personas de 16 o más años y concluyó que tanto las infecciones como la enfermedad grave disminuyen significativamente gracias a la dosis de refuerzo.
Extraido de https://www.elmundo.es/