El informe, publicado en la revista estadounidense Current Biology se basa en un solo paciente, pero los investigadores planean expandir su trabajo por los avances que han visto en este hombre, que quedó incapacitado en un accidente automovilístico hace 15 años.
El proceso incluye la utilización de un implante en el pecho para enviar pulsos eléctricos al nervio vago, que conecta el cerebro a otros órganos principales del cuerpo.
El estudio comprobó que el hombre mostró mejoras significativas en atención, movimiento y actividad cerebral después de un mes de estimulación de ese nervio. Por ello, con este método «es posible mejorar la presencia de un paciente en el mundo», según Sirigu.
Sin embargo, el tratamiento no permitió devolver al paciente a su estado original y se considera que pasó de un estado vegetativo a «un estado de mínima conciencia», según las pruebas cerebrales.
Manly, que no formó parte del estudio, lo describió como «potencialmente muy emocionante», pero pidió cautela para determinar «si este cambio en el paciente es realmente un cambio».