Todavía hoy, cuesta considerar la psicoterapia como un método científico y adecuado para tratar determinados problemas.
5 razones para acudir a un psicólogo
La efectividad de todo el proceso psicoterapéutico depende de la implicación y la complicidad entre persona y psicólogo
El problema estriba en ser consciente de que se necesita ayuda. Cuando alguien se fractura un hueso, de inmediato acude al médico. Por lo general, pocas dudas hay al tener que tomar tal decisión. Pero no sucede lo mismo cuando se está delante de una cuestión que afecta a la esfera mental. Todavía hoy existen mitos y falsas ideas de qué es y para qué sirve la psicoterapia. Tanto, que aún cuesta considerar este método para tratar determinados problemas.
Entonces, ¿cómo saber que es necesario buscar la ayuda de un psicólogo? Desde la Asociación Americana de Psicología (APA) señalan cinco razones para acudir a la consulta de un psicólogo:
- 1. Cuando invade una sensación abrumadora y prolongada de indefensión, tristeza, apatía, falta de ilusión o sensación de que la vida no tiene sentido.
- 2. Ante la sensación de que los problemas no mejoran a pesar de los esfuerzos y de la ayuda de familiares y amigos.
- 3. Cuando resulta difícil concentrarse en las tareas laborales o realizar otras actividades cotidianas.
- 4. Si se vive con una constante sensación de nerviosismo y de preocupación excesiva, esperando que suceda lo peor.
- 5. Cuando se cometen acciones nocivas, como beber alcohol de forma exagerada, consumir drogas o ser agresivo, que le perjudica a uno mismo o a los demás.
¿Cuál es el objetivo del tratamiento psicológico?
Pero, ¿qué busca el tratamiento psicológico? La intervención del profesional persigue eliminar el sufrimiento del afectado y enseñarle las habilidades adecuadas para hacer frente a los diversos problemas de la vida cotidiana: síntomas o trastornos mentales, falta de habilidades psicosociales, problemas de relación de pareja, consejos para progenitores con adolescentes con problemas de conducta, etc.
Difiere del tratamiento tradicional médico, ya que es necesario que el afectado actúe de manera activa con el psicólogo. Desde la APA apuntan que una parte muy importante de lo que hace que la psicoterapia dé resultado es la relación de colaboración de ambos actores, denominada alianza terapéutica.
Uno de los aspectos que puede frenar a algunas personas es el tener que compartir con el especialista aspectos íntimos. Pero esto no es de obligado cumplimiento en la primera cita: el qué y el cuándo es una opción personal. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que la efectividad de todo el proceso depende de la implicación y la complicidad que nazca entre persona y especialista: cuánto más franco y honesto pueda ser el afectado sobre sus pensamientos y comportamiento más íntimos, mejor.
Y como cambiar comportamientos es complicado, la práctica se hace indispensable. Es muy fácil recaer en viejos patrones de pensamiento y conducta y, por ello, son aspectos que deben mantenerse alerta: es esencial poner atención en las reacciones ante las situaciones y las personas, echar mano de lo aprendido en la consulta y aplicarlo en la vida real y comentarlo de nuevo con el especialista en la siguiente sesión. Solo a través de esta práctica se consiguen arraigar los logros y, una vez finalizado el tratamiento, mantener los avances.